Antes de acercaros la entrevista, nos gustaría poneros en contexto a todos aquellos que no conozcáis a estos grandes maestros, Tirumalai Krishnamacharya y Srivatsa Ramaswami.
¿Quién fue Krishnamacharya?
Sri Tirumalai Krishnamacharya fue el hombre que mantuvo la llama del yoga encendida mientras el mundo se olvidaba del yoga. Por ello es reconocido como el padre del yoga moderno, todos los practicantes agradecemos su esfuerzo perseverante por enseñar el yoga a todos.
Su yoga ha sido un gran regalo para la humanidad.
Krishnamacharya dedicó los primeros cuarenta años de su vida al estudio de la filosofía hindú, ayurveda y yoga. Su sed de conocimiento le llevó a estudiar en las mejores universidades y buscar a los mejores profesores. Cuando oyó hablar de un gran maestro de yoga en Nepal no dudó en recorrer todo el camino hasta el Monte Kailash, donde se encontró con Sri Ramamohan Brahmachari, que habitaba en una cueva. Sri Ramamohan aceptó a Krishnamacharya como estudiante y allí permaneció estudiando Yoga durante más de siete años.
Al finalizar su aprendizaje, Sri Ramomohan pidió a Krishnamacharya, que fundara una familia y enseñara el Yoga. Y lo siguió al pie de la letra, hasta su último aliento a los 101 años.
Más tarde, tras aprobar una oposición, Krishnamacharya se convirtió en el maestro de yoga, médico y consejero espiritual del maharajá de Mysore, donde fundó una escuela de yoga.
Durante este período Krishnamacharya enseñó siendo niños a B.K.S. lyengar y a Patabhi Jois. Más tarde llegarían a convertirse en profesores de yoga famosos en todo el mundo.
Tras la independencia de la India, la escuela de yoga fue cerrada y Krishnamacharya y su familia se mudaron a Chennai. Allí continuó enseñando y aplicando el yoga para tratar a personas con diferentes enfermedades. Durante este tiempo fue profesor de estudiantes que se han convertido en maestros reconocidos: Srivatsa Ramaswami, T.K.V. Desikachar (hijo de Krishnamacharya), A.G. Mohan y T.K. Srivhashyam (hijo de Krishnamacharya).
El principio fundamental de Krishnamacharya era: «enseñar lo que es apropiado para cada persona». Durante más de treinta años Krishnamacharya transmitió su conocimiento sobre asanas de vinyasa, cánticos védicos y filosofía del yoga.
Krishnamacharya conocía perfectamente las tradiciones más antiguas del yoga y fue un audaz renovador de las mismas adaptando las asanas a las características de cada persona y sus necesidades de curación.
Adaptó las antiguas enseñanzas del yoga al mundo moderno y lo dejó preparado para su exportación a occidente. En ese sentido, Krishnamacharya fue un genio.
¿Quién es S. Ramaswami?
Srivatsa Ramaswami tuvo la gran fortuna y el honor de ser el alumno que más años estudió con Krishnamacharya (33 años). Fue a la edad de 15 años cuando conoció a quien fuera su gran maestro, cuando por petición de su padre, Krishnamacharya vino a su casa para enseñar ejercicios terapéuticos a su hermano, que tenía una minusvalía.
Así fue como comenzaron esos 33 años de estudios con su maestro, convirtiéndose también en parte de su familia cercana. En un momento de su vida Ramaswami tuvo que decidir por realizar un doctorado en la Universidad de Harvard o continuar los estudios de yoga con su maestro. Ya sabemos cuál fue su decisión.
Ramaswami ha enseñado el yoga vinyasa krama de Krishnamacharya, durante más de 30 años, en universidades, hospitales y centros de yoga en América, la India e Inglaterra. En estos últimos 11 años ha formado a profesores de yoga en la Universidad de Loyola Marymount en Los Ángeles.
ENTREVISTA A SRIVATSA RAMASWAMI
Neoyoga (NY): Me gustaría que nos contase cómo llegó el yoga a su vida.
Srivatsa Ramaswami (S.R.): Mi padre era practicante de Yoga. La escuela donde yo estudiaba fomentaba la práctica de yoga, además de los deportes y el PT. La práctica del yoga era común en la India en esa época. Más adelante, conocí a mi Gurú, Krishnamacharya, cuando vino a mi casa a enseñarle a mi hermano que necesitaba ayuda.
NY: ¿Qué le hizo dar el paso de alumno a profesor?
S.R: Estudié con mi Gurú durante más de tres décadas. Veinte años después de mis estudios, mi Gurú dijo que podía enseñar si quería. Un tiempo después comencé a impartir algunas clases, durante períodos cortos.
NY: ¿Qué es el yoga para usted?
S.R: El yoga es una forma de vida, ya que cuida todos los aspectos de la misma.
NY: ¿Cuál considera que es el propósito de practicar yoga?
S.R: Si nos vamos a los sutras, el primer paso es reducir el dominio de rajas (actividad en la mente) y tamas (oscuridad en la mente) y volverse uno mismo más sátvico (mente pura). Una mente sátvica puede contemplar, mediar y darse cuenta de la verdadera naturaleza de lo que debería llamarse «yo». Una mente sátvica es una mente relativamente pacífica.
NY: ¿Podría describir qué es Vinyasa krama?
S.R: Es la práctica de asanas con gran variedad de movimientos, llevando una respiración lenta sincronizada con dichos movimientos. Según mi Gurú (Krishnamacharya), como se explica en su libro «Yogasanangalu», la práctica de asanas debe coordinarse con una respiración lenta y suave, mientras Patanjali señaló en los Yoga Sutras «Sitila Prayatna» o respiración suave.
NY: ¿Cuál es el origen y principales características del Vinyasa krama?
S.R: Mi comprensión sobre el Yoga es a través de las enseñanzas de mi maestro. Como se mencionó, su origen se encuentra en los Yoga Sutras y la interpretación adecuada de los sutras sobre asanas.
NY: ¿Por qué es tan importante practicar asanas con vinyasas?
S.R: Los vinyasas dan un beneficio más integral a todo el cuerpo. La respiración junto con los mudras cuida los órganos internos. Es lo que en yoga se llama “sarvanga sadhana” o práctica para todo el sistema. El sistema de Vinyasa Krama ayuda a lograr esto.
La riqueza del sistema Vinyasa Krama la intenté plasmar en mi libro «El libro completo de Vinyasa Yoga».
NY: Se sabe que Krishnamacharya fue un hombre excepcional. ¿Qué cree que lo hizo ser así?
S.R: Era una persona muy honesta y real, tenía la capacidad de poder apreciar los pequeños matices de la sabiduría antigua como el Yoga, el Vedanta y otros dárshanas (corrientes o doctrinas hinduistas).
NY: En la formación que hemos realizado con usted, hemos practicado surya namaskar (práctica de saludo al Sol), de forma distinta a lo que normalmente se hace en una clase de yoga hoy en día. Según nos contó, esto era algo que solía practicar los domingos con Krishnamacharya, ¿podría contarnos más sobre esto?
S.R: Krishnamacharya me enseñó a cantar el canto védico de una hora de duración conocido como aruna o suryanamaskara. Se dice que confiere, entre otras cosas, salud. Solíamos cantar esto durante varios domingos a las 7 a.m. Esto lo practicamos durante años.
NY: ¿Cómo fue practicar bajo la atenta mirada de Krishnamacharya?
S.R: Yo me sentía que estaba en manos muy seguras y compasivas.
NY: ¿Recuerda cuál fue su impresión cuando conoció a Krishnamacharya?
S.R: Tenía una personalidad deslumbrante. Cualquiera que pasara a su lado se daría vuelta para mirarlo de nuevo.
NY: ¿Cómo cree que debería ser la relación entre alumno y profesor?
S.R: Debe de haber buena comprensión y orientación al tema, y no llevarse las cosas demasiado a lo personal.
NY: ¿Qué aconsejaría a los practicantes de yoga en esos momentos en los que se desaniman en la práctica o sienten que no están evolucionando?
S.R: Esto se debe a que los profesores no dan una visión completa del yoga. Mi Gurú (Krishnamacharya) solía crear interés enseñando no sólo más asanas sino también otros aspectos del yoga como pranayama (ejercicio de respiración), los sutras, los beneficios para la salud, la filosofía, etc. El maestro debería siempre seguir estudiando. El yoga es un tema muy extenso. Recuerdo que cada vez que regresaba de una sesión con mi Guru, solía sentir que había aprendido algo nuevo y me sentía enriquecido.
NY: ¿Algo más que quiera compartir o algún consejo para todos los practicantes de yoga?
S.R: Alégrate de haber encontrado el yoga. Es rico, es beneficioso.
Entrevista realizada el 15/05/2024 por Francisco Ramirez y Jonatan Antón